sábado, 17 de noviembre de 2007

Tequila, sol y sangre


...encendí un puro y puse la radio. Curiosamente sonaba Tequila Sunrise...:



La monotonía era la nota predominante del paisaje...Únicamente unas suaves colinas rojizas, en el este, se atrevían a romper la rectitud de la nebulosa línea azulada del horizonte. Me encontraba parado en el arcén de la carretera, en medio del desierto, rodeado de arena y polvo por todos lados. No era casualidad. Estaba justo en el km 233 de la carretera hacia el sur, bastante cerca ya de la frontera, tal y como lo había acordado. Mirando hacía el frente parecía que hubiese un lago, álla donde terminaba la carretera, pero yo sabía perfectamente que se trataba del espejismo que provoca el sol en las tardes tórridas de verano como aquella.

Llevaba esperando ya unos minutos dentro de mi Cadillac del 77 pero aún faltaba algun tiempo para que dieran las 16... Había llegado demasiado pronto. Abrí la puerta y salí del coche. El aire era extraodinariamente denso... Encendí un cigarro. Estaba un poco nervioso e impaciente. Ese gusano cabrón de Mendoza me la iba a pagar...

¿Saldría todo bien? ¿Me tendría preparada alguna sorpresa ese malnacido? ¿Sería ese mi último cigarro? Muchas preguntas y pensamientos pasaban por mi cabeza en aquellos momentos... Pero ahora no era momento de dar marcha atrás. Era una oportunidad única y estaba dispuesto a aprovecharla...

Un leve rumor me hizo volver a la realidad. A lo lejos se adivinaba la silueta de un coche que se acercaba. Sí, eran ellos, no cabía duda. Era un coche blanco, con los cristales negros tintados. Se detuvo en el arcén a escasos metros de donde yo estaba. Mi corazón empezó a latir deprisa, pero traté de mantenerme frío. Tras unos segundos que se me hicieron larguísimos se abrió una de las puertas traseras y salió un tipo vestido de negro... A continuación salió el conductor, se dirigió a la otra puerta trasera y la abrió invitando a salir los restantes ocupantes. Del coche salió, no sin dificultad, un hombre de pelo y tranje blancos. Llevaba una camisa también blanca con varios botones desabrochados, bajo la que se adivinaba un prominente barriga. Ayudado por su bastón dirigió hacia mí, seguido por los otros dos:

- Por fin tengo el placer de conocerte -me dijo-.
- Lo mismo digo, Mendoza.
- Supongo que habrás sido un buen chico y vendrás solo y sin armas... De todas formas deja que mis hombres lo comprueben. En estos tiempos hay que andarse con cuidado. No te puedes fiar de nadie...

Uno de sus esbirros se acercó a mí y me cacheó mientras yo miraba hacia otro lado con cara de resignación esperando que el sucio puerco ese terminase pronto con su trabajo. El otro individuo empezó a revisar mi coche en busca de cualquier cosa sospechosa... Una vez que ambos dieron el OK y el boss se dio por satisfecho volvió a dirigirse hacia mí:

- ¿Has traido el dinero?
- Sí, lo tengo ahí, en el maletero, contesté. Pero deja que vea antes la mercancía. No pretenderás cerrar el trato sin que antes la pruebe...
- Me parece lógico, afirmó con gesto altivo. Manuel, tráelo todo...

Delante de mí, sobre el capó de su coche, soltó una bolsa llena de polvillo blanco y la abrió ayudado de una navaja:

- Pruébala. Estoy seguro que nunca has probado una mierda tan buena como ésta. Ahí detrás tengo 99 bolsas más...

Me mojé el dedo índice de saliva y lo introduje en la bolsa. Después me puse el polvo en la lengua...

- De acuerdo. Me parece bien...

Volví al maletero de mi coche y saqué un maletín de cuero negro. Se lo entregué al tal Manuel. Lo abrieron y comprobaron que estaba todo el dinero, perfectamente ordenado y en billetes pequeños... Una sonrisa se dibujó en la cara de Mendoza:

- Ayyy compadre... Esto hay que celebrarlo ¡Pedro saca el José Cuervo!

Uno de los hombres de negro nos sirvió dos chupitos de tequila y brindamos bajo el implacable sol:

- A la salud...
- A la salud...
- Como ves es un placer hacer negocios con Mendoza. Estoy seguro de que nos volveremos a ver... ¡Manuel, Pedro, al coche!

Me dio un abrazo y se subió al vehículo. El coche dio la vuelta y se volvió por donde había venido, tal y como yo esperaba que hiciese. Entonces, encendí un puro y puse la radio. Curiosamente, sonaba Tequila Sunrise de Cypress Hill, con su inconfundible acento chicano:

"...Tequila Sunrise blood shot eyes
realize we're all born to die, so get the money..."

Ya había terminado mi papel. Ahora solo quedaba esperar unos diez minutos... Fue una espera dulce. Muy, muy dulce. Disfrutaba de cada calada moviendo la cabeza arriba y abajo al son del hipnótico ritmo. Llevaba tanto tiempo esperando ese momento... Una vez pasado el tiempo suficiente, con una gran sonrisa en mi cara, me subí de nuevo al coche y me incorporé a la carretera. Conducía despacio. Quería llegar cuando todo hubiera ya terminado... "Pobre pinche pendejo", pensé. Lo que Mendoza no sabía era que a poca distancia de allí, en el km 237, mis camaradas habían colocado un árbol que cruzaba la carretera y lo esperaban impacientes armas en mano... Seguramente ya, en esos momentos, Mendoza no sería más que una sanguinolenta masa irreconocible...


-Dedicado a todas aquellas calurosas tardes de verano en las que no había nada que hacer, solo tumbarse en la arena y dejar volar la imaginación...-

7 comentarios:

Unknown dijo...

es tuyo?

eSadElBlOg dijo...

miyagi, esta mañana mi vecin@ me ha dejado sin linea justo cuando te enviaba un comentario. Me ha gustado esta historia. El Km.233 es uin buen sitio para cerrar tratos y toamr unos tequilas. Por cierto, ¿y ese polvillo blanco que era? ;).

Castigadora dijo...

Me sorprendes Miyagi!!! este relato sorpresa, no por anunciado deja de ser realmente interesante, continuará?

Muy bueno, te noto en expansión artistica, jejejeje, Muchos besos!!

You are the boss!!!

sr Miyagi dijo...

BAMBOO. Si tron, ¿no te parece mucha casualidad el km 237? ¿Que buenas esas tardes de verano eh? :)

ESADELBLOG. Vaya con tu vecino, como se pasa... ¿De verdad te ha gustao? Me alegro. La verdad que casi nunca he escrito cosas así, pero me encantan las cosas que escribis y que leo y me apetecía probar. Lo del polvillo lo dejare a tu imaginación, hay unas cuantas posibilidades :) ¡Besos!

sr Miyagi dijo...

Muchas gracias Casti... Tu me has animado también a hacerlo con tus microrrelatos :) El mío supongo que sera un "relato musical" jejej Un besazo!

Anónimo dijo...

Uff canio,
esta historia podría haber sido el guión de un video de The Killers, mientras la leía pasaron por mi cabeza las escenas del video de "when you were young".
Ayer encontré línea pirata y esta noche ha vuelto, espero que siga así durante mucho tiempo. Así puedo estar un poco más como en casa!

Can you read my mind?
La popera salerosa

sr Miyagi dijo...

¡Que bueno! Sí, el video de When You were young es muy Mexican...
¿No tienes Internet en casa? Vaya, creía que sí. A ver si tienes suerte con la línea del vecino...
Me encanta que te hayas pasado por aquí a leer y comentar. Tienes unos cuantos coleguis por aquí como pudiste comprobar en tu post. ¡Un beso!